Leyendas de Yucatán sobre Aluxes
Los aluxo’ob o aluxes son pequeños, apenas llegan a las rodillas de una persona adulta.
Eduardo Cardós 26 de julio de 2021 Mitos y Leyendas
¡Hola gente linda de TOP Yucatán!
Mucho se ha hablado de las leyendas que existen alrededor de Yucatán sobre los Aluxes.
Y es que se dice que los Aluxes viven en los pozos y en los Montes de Yucatán, esto debido a varios avistamientos.
Algunas personas cuentan que estos seres aún permanecen escondidos en el interior de los pozos, ya que con la expansión de las poblaciones modernas estas criaturas decidieron irse a vivir a los pozos y hasta el día de hoy muchos permanecen en ellos
La llegada de la vida moderna desplazó a estos seres de sus viviendas originales, las cuales se encontraban en los montes.
En Yucatán aún se les hace ofrendas para que protejan los hogares o ayuden a lograr buenas cosechas. En la entrada de la pequeña habitación que corona la pirámide de Nohoch Mul, en Cobá, Yucatán, se puede observar la imagen de uno de estos espíritus.
Estos seres adquieren forma humana para espantar a los humanos o hacer travesuras, aunque en realidad, son seres protectores, simpáticos y solidarios. Les gusta vivir en grutas y cenotes.
Ponte cómodo que enseguida te contamos una serie de relatos sobre estos interesantes seres mayas.
Historia de Don José habitante de Cansahcab (una localidad de Yucatán) sobre los Aluxes
“Actualmente tengo 93 años, pero cuando tenía 12 y vivía en mi pueblo recuerdo muy bien que vi a un par de Aluxes en el fondo del patio de mi casa, justo en el brocal del pozo. Para mí era algo normal, ya que vivíamos con mis abuelos y siempre nos habían contado leyendas y vivencias sobre los aluxes, y nos enseñaron que no eran malos, que solamente eran guardianes de las milpas”.
Los puedo describir, ya que los recuerdo como si hubiera sido ayer. Tengo muy presente esa imagen de los aluxes ya que además los pude ver tiempo después dos o tres veces más y eran los mismos porque eran igualitos, medían como 70 centímetros, uno de ellos tenía la cabeza más grande que el otro y más redonda, tenía una boca muy grande y le sobresalían todos sus dientes, sus orejas eran puntiagudas, como de un perro u otro animal y no se parecían a las de los humanos”.
“Algo que aún tengo muy presente en mi mente es que el otro alux le estaba dando golpecitos muy leves en su cabeza y luego dejó su mano ahí, nunca supe qué significó eso”.
“Según mi abuelo estos aluxes fueron creados y colocados ahí en su propiedad desde muchos años antes, desde que él era un adolescente y decía que no les debíamos de temer. Sino al contrario que cuando tuviéramos alguna golosina se los llevemos y los dejemos en el brocal, ya que ellos vivían en el interior del pozo”.
Y termina el relato don José diciendo:
“algo que me dio mucha pena fue que una vez vi que habían tapado el pozo, ya que casi se cae adentro la pequeña hija de mi primo. Pero luego recordé que son seres mágicos y no habitan nada más en los pozos, pues también se les puede ver en cuevas.
Las pedradas de las Milpas
Hace algunos años se le preguntó a un viejo agricultor por qué se ponen muñecos en la milpa con una piedra en la mano
Enseguida su cara cambio a una sonrisa de niño, y contestó:
“Sé que usted no cree, pero le diré, soy pobre, muy pobre y no tengo quien me ayude a cuidar la milpa, pues casi siempre cuando llega la cosecha, me roban el fruto de mis esfuerzos. Este muñeco que ve no es un muñeco común; es algo más; cuando llega la noche toma fuerzas y ronda por todo el sembrado; es mi sirviente… Se llama Canancol y es parte mía, pues lleva mi sangre. El sólo me obedece a mi...siguió diciendo: Después de la quema de la milpa se trazan en ella dos diagonales para señalar el centro; se orienta la milpa del lado de Lakín (Oriente) y la entrada queda en esa dirección. Terminado esto, que siempre tiene que hacerlo un men (hechicero) se toma la cera necesaria de nueve colmenas, el tanto justo para recubrir el canancol, que tendrá un tamaño relacionado con la extensión de la milpa. Después de fabricado el muñeco, se le colocan los ojos, que son dos frijoles; sus dientes son maíces y sus uñas, ibes (frijoles blancos); se viste con holoch (brácteas que cubren las mazorcas).
“El canancol estará sentado sobre nueve trozos de yuca. Cada vez que el brujo ponga uno de aquellos órganos al muñeco, llamará a los cuatro vientos buenos y les rogará que sean benévolos con (aquí se dice el nombre del amo de la milpa), y le dirá, además, que es lo único con que cuenta para alimentar a sus hijos.
Terminado el rito, el muñeco es ensalmado con hierbas y presentado al dios Sol y dado en ofrenda al dios de la lluvia; se queman hierbas de olor y anís y se mantiene el fuego sagrado por espacio de una hora; mientras tanto, el brujo reparte entre los concurrentes balché, que es un aguardiente muy embriagante, con el fin de que los humanos no se den cuenta de la bajada de los dioses a la tierra. Esta es cosa que sólo el men ve.”
“La ceremonia debe llevarse a efecto cuando el sol está en el medio cielo. Al llegar esta hora, el brujo da una cortada al dedo meñique del amo de la milpa, la exprime y deja caer nueve gotas de sangre en un agujero practicado en la mano derecha del muñeco, agujero que llega hasta el codo.”
El men cierra el orificio de la mano del muñeco, y con voz imperativa y gesticulando a más no poder, dice a éste: Hoy comienza tu vida. Este (señalando al dueño), es tu señor y amo. Obediencia, canancol, obediencia… Que los dioses te castigarán si no cumples. Esta milpa es tuya. Debes castigar al intruso y al ladrón. Aquí está tu arma. Y en el acto coloca en la mano derecha del muñeco una piedra.
Durante la quema y el crecimiento de la milpa el canancol está cubierto con palmas de huano; pero cuando el fruto comienza a despuntar, se descubre… y cuenta la gente sencilla que el travieso o ladrón que trató de robar recibe pedradas mortales.
No se si han escuchado qué hay millas protegidas, pues bueno es por esto que en las milpas donde hay canancoles nunca roban absolutamente nada.
Es tan firme esta creencia, que si por aquella época y lugar se encuentra herido algún animal, se culpa al canancol.
El dueño, al llegar a la milpa, toma sus precauciones y antes de entrar le silba tres veces, señal convenida; despacio se aproxima al muñeco y le quita la piedra de la mano; trabaja todo el día, y al caer la noche, vuelve a colocar la piedra en la mano del canancol, y al salir silba de nuevo. Cuando cae la noche, el canancol recorre el sembrado y hay quien asegura que para entretenerse, silba como el venado.
Después de la cosecha se hace un hanincol (comida de milpa) en honor del canancol; terminada la ceremonia se derrite el muñeco y la cera se utiliza para hacer velas, que se queman en la milpa.
Lo que pasa en los cerros con los Aluxes
La península de Yucatán es una tierra rica en muchas cosas, lleno de cultura, gastronomía, etc, pero también es un estado lleno de cerros o los mules como se les denomina en lengua maya, qué son montículos de grandes piedras. ( se les conoce igual como kúes o cuyos)
En cualquier comunidad de la planicie yucateca es común ver estos montículos, grandes o pequeños, contengan vestigios arqueológicos de la cultura Maya y otros se encuentran destruidos por la naturaleza o el hombre.
Los grandes templos católicos que se levantan a lo largo y a lo ancho de todo Yucatán fueron construidos cerca estos mules para aprovechar las piedras de las estructuras mayas. Algunas poblaciones deben su nombre a los cerros allí existentes tal es el caso de calotmul,timul y Dzemul entre otros.
Son muy famosos los cerros de la hermosaciudad de Izamal, como el papolchaac, donde se construyó el convento; el itzamatul, el humpiktok, y el más conocido de ellos el kinich kakmó qué traducido significa "guacamaya de fuego con rostro solar". Y los que se hallan en Oxkintok, donde se cuenta qué hace mucho tiempo acudían los jmeeens para iniciarse en sus ritos ceremoniales.
De los mules se dice qué ahí habitan los Aluxes y también los p'uses (diminutos personajes que en una sola noche construían grandes templos prehispánicos) los cuales están dormidos o encantados, mientras esperan el fin del mundo para retomar la tierra que se les quitó.
Se cuenta que en las noches de luna llena,es posible ver un pozo con aguas cristalinas en los más alto de cerro; cuando esto sucede,al día siguiente, la persona que tuvo este raro privilegio,se decide a buscar el sitio en donde se supone debe hallar un tesoro, pero increíblemente no encuentra nada. Viejos pobladores cuentan que al mediodía, en esos cerros perdidos en la espesura del monte, de seguro, se escucha el canto de un gallo.
También que los cerros tienen su guardián, que son grandes culebras como la och kaan, la cuatro narices y la woolpóoch.
Los Aluxes protectores del Maizal
En algunos pueblos de Yucatán, se celebran grandes fiestas en los montes, es en la milpa donde se siembra el maíz donde se reúnen todos los campesinos mayas para darle las gracias a los Aluxes de haber cuidado que nadie les robe la cosecha y que durante todo ese tiempo sacaron a pedradas a extraños y espantaron a los pájaros para que no dañen la siembra.
En este ritual se le ofrecen a los Aluxes la primera gran cosecha del año. Para esto, los ejidatarios forman montículos de piedras y arriba de las albarradas ponen palanganas de elotes sancochados, asados y pibinales, para ellos y de bebida les ofrecen jícaras de agua de chaya.
Con este acto, los campesinos Mayas le están demostrando todo su agradecimiento a los Aluxes por cuidar los maizales. Se dice que los antiguos mayas lo hacían con barro virgen y algunas gotas de sangre para lograr un vínculo más fuerte.
El proceso de creación de los aluxes tardaba aproximadamente siete semanas y se dejaban ocultos en las milpas, además de qué se les hacían ofrendas. Al momento de morir su creador, los aluxes quedaron al servicio de Yum-kaax, dios del maíz.
Y si la propiedad tenía nuevo dueño, los aluxes le hacían bromas pesadas como apedrear su casa, maltratar sus animales o asustar a sus hijos, porque el nuevo propietario debía ofrecerles comida y oraciones para que ellos lo aceptaran como su nuevo amo.
Los Aluxes viven cientos de años y algunos aún siguen por las milpas esperando a alguien con quien poder jugar.
Algunos ejemplares de barro aún parecen en los cenotes de Dzitnup, cerca de Valladolid, los cuáles se creen que cuidan el cenote de Samulá y están en una pequeña cueva a la cual es imposible llegar.
Incluso, arqueólogos, investigadores y trabajadores del INAH ponen ofrendas para que les permitan trabajar en las zonas arqueológicas, ya que cuentan qué sentían temor de la ira de los aluxes que son los cuidadores de esas zonas.
Se dice que los aluxes son más antiguos que el mismo pueblo maya, estos seres trabajan en la oscuridad y al aparecer el sol se vuelven de piedra.
Aún hoy los campesinos, construyen en sus milpas un altar conocido como kahtal alux o “la casa del alux” y por siete años los aluxes cuidan la salud de sus cultivos y ayudan a crecer el maíz. Transcurrido este tiempo el campesino deberá cerrar la casita, o los aluxes pueden volverse agresivos.
Sin duda alguna, los Aluxes forman gran parte de la cultura Yucateca y es imposible no hablar de ellos. ¿Tú tienes alguna historia sobre estos pequeños seres?
Fuente: https://www.facebook.com/144766582827207/posts/611401549497039/?d=n
Eduardo Cardós
Primer licenciado de Marketing de mi colonia. Cuando no estoy salvando al mundo, escribo sobre lo que te puedes encontrar en Yucatán. Me gusta escuchar música, los sneakers, ir a correr, los tacos y tú cuando lees y compartes mis notas.