La leyenda del Huay Cot

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En el remoto pueblo de Yaxcaba, entre las paredes de una casona que data del año 1,825, se teje una conexión única con la leyenda del Huay Cot. La construcción, propiedad de Claudio Padilla, un español inmensamente rico, fue testigo de una historia que ha dejado una marca imborrable en la tradición oral de la región.

Padilla, propietario de una próspera tienda que abastecía a todo el estado de Yucatán, era conocido por tener veinte esclavas a su servicio. Su comercio alcanzaba incluso a Belice, donde adquiría mercancía para su establecimiento. Sin embargo, la sombra de la leyenda comenzó a extenderse cuando uno de sus empleados, tras casarse y tener un hijo, se vio envuelto en prácticas de brujería y magia negra.

La leyenda relata que este descendiente de los empleados de Padilla, al practicar la brujería, adquirió habilidades extraordinarias. Se decía que, en el parque cercano, se transformaba en un imponente halcón, mostrando ternura especialmente hacia los niños. La historia toma un giro sombrío cuando, al presenciar maltratos de guardias españoles a niños, el misterioso individuo, convertido en pájaro, tomaba represalias aéreas, destazando a los agresores y dejándolos sin vida en los montes cercanos.

Estos eventos, que fusionan la historia de Claudio Padilla con la leyenda del Huay Cot, añaden capas de misterio a la narrativa, demostrando cómo las leyendas mayas a menudo encuentran su origen en las complejidades de la vida cotidiana y las creencias arraigadas en la cultura ancestral. La casona de Yaxcaba se erige como un testigo silencioso de esta fusión entre realidad y mito, contribuyendo a la riqueza del folclore maya que persiste en la actualidad.

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