Dzibilchaltún: Donde las piedras guardan la historia maya

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Dzibilchaltún, cuyo significado en lengua maya es "Lugar donde hay escritura en las piedras", emerge como un testimonio fascinante de la rica historia y cultura de la civilización maya. Este enclave, ubicado en la península de Yucatán, México, ha dejado una huella imborrable a lo largo de los siglos, revelando un legado arqueológico impresionante.

@luisdesandoval

Con asentamientos que datan desde el 500 a.C. (o posiblemente antes), hasta la conquista española alrededor del 1540 d.C., Dzibilchaltún abarcó aproximadamente 19 km². Este asentamiento de tipo concéntrico alberga alrededor de 8,400 estructuras, con una parte central que abarca 25 hectáreas, adornada con monumentales construcciones. Se estima que esta ciudad antigua pudo haber albergado hasta 40,000 habitantes, consolidándola como una de las más grandes de Mesoamérica.

@sabryardore

El sitio está abierto de martes a domingo, de 8 a 16 horas. La entrada general tiene un costo de $85 pesos. Los domingos, la entrada es libre para mexicanos. Además, el Gobierno del Estado de Yucatán cobra una cuota adicional de $74 pesos a nacionales y $184 pesos a extranjeros. 

Las maravillas arquitectónicas de Dzibilchaltún se manifiestan en sus 12 sacbés o caminos blancos, la "mampostería verdadera" que une piedras con argamasa y cuñas, y las bóvedas construidas con piedras saledizas. Destaca el Templo de las Siete Muñecas, una subestructura cuadrangular que fue parte de un templo monumental, así llamado por una ofrenda de siete figuras de barro halladas en su interior.

@visitmeridamx

El fenómeno arqueo-astronómico del equinoccio, que ocurre los días 21 de marzo y 21 de septiembre, agrega un toque místico a Dzibilchaltún. En estos días, al amanecer, la puerta del Templo de las Siete Muñecas se ilumina con los rayos del sol, creando un espectáculo de luz y sombra que revela la profunda conexión de los mayas con la astronomía y la naturaleza.

@cachi.travel

Dzibilchaltún no solo es un testimonio de la grandeza arquitectónica y astronómica maya, sino también un lugar que alberga el Museo del Pueblo Maya y una capilla franciscana del siglo XVI en medio de la ciudad, que revela la fusión de las culturas maya y española. Desde estelas mayas hasta pinturas y armaduras españolas, este sitio arqueológico ofrece una ventana única al pasado, consolidándose como un parque eco-arqueológico que encierra la historia viva de una civilización perdurable.